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Estructura de las profecías de Daniel y el Apocalipsis

¿Cuál es el plan del libro? Esta pregunta es de suma importancia para el entendimiento correcto del libro. Aunque hay varias maneras en que comentaristas han bosquejado el libro, creemos que la clave verdadera de esta pregunta se encuentra en Apocalipsis.1:19, donde el Espíritu Santo mismo nos da el bosquejo divino.


Apocalipsis es el único libro de la Biblia que revela divinamente su plan. Juan fue ordenado a escribir tres cosas:


I. LAS COSAS QUE HAS VISTO (Cap. 1)

¿Qué cosas ha visto Juan?, las que acaba de ver o experimentar: La audición de la voz como de trompeta detrás de él (1: 10); lo que le decía esa voz (1: 11); lo que ve cuando se vuelve (1: 12-16).


Las cosas que Juan ya había visto, se refieren al contenido del capítulo 1, donde encontramos la visión de Cristo glorificado. Todo lo revelado acá puede considerarse pasado.


II. LAS COSAS QUE SON (Cap. 2-3)


¿Qué cosas son, que ha de escribir?: Las cosas que son se refieren a las siete iglesias que encontramos en los capítulos 2 y 3. Aunque estos mensajes fueron escritos a siete iglesias de Asia Menor que existieron en aquél tiempo, muestran la condición espiritual de las iglesias de Cristo aún hoy.


También enseñan proféticamente la historia de la iglesia desde los días apostólicos hasta el arrebatamiento. Por eso, podemos decir que el contenido de estos capítulos eran para Juan y es para nosotros, presente.


III. LAS COSAS QUE HAN DE SER DESPUÉS DE ESTAS (Cap. 4-22)


¿Qué cosas son las que han de ser después de estas? (es decir, de las que ha visto y de las que son): Las cosas que han de suceder después de éstas (el tiempo presente de la iglesia) se aplican al resto de material del libro, o sea los capítulos 4-22 – La Consumación.

Todo esto es clave para entender la sucesión de eventos proféticos del Libro. Así también lo explica Scofield:


“Las tres mayores divisiones del Apocalipsis deben tenerse muy presentes si la interpretación ha de ser correcta y coherente. A Juan se le ordenó “escribir” acerca de tres clases de “cosas” (1: 19) I. Cosas pasadas: “Las cosas que has visto”, es decir, la visión de Patmos, 1: 1-20. II. Cosas presentes, “las cosas que son”, o sea las cosas que entonces existían, evidentemente las iglesias. El templo había sido destruido; los judíos estaban dispersos; por consiguiente, el testimonio de Dios se había encomendado a las iglesias (1 Ti. 3: 15). En armonía con esto, tenemos aquí siete mensajes dirigidos a siete iglesias representativas, 2: 1-3: 22. Es digno de notarse que la iglesia no se menciona en los capítulos 4-18. III. Cosas futuras, “las cosas que han de ser después de estas”, esto es, después de haberse terminado el período de la Iglesia, 4: 1-22: 21”


Capítulo 4:1, asegura esta interpretación porque dice con claridad: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.

Evidentemente, el Señor se estaba refiriendo a las cosas que iban a ocurrir después de que la Iglesia fuera arrebatada a los Cielos, ya que los capítulos 2 y 3 del libro, nos resumen en su conjunto, el mover de la Iglesia, protagonizado por las siete de Asia, que son tipo de la Iglesia universal. Juan obedece, y una vez recibida toda la revelación, que no sabemos cuánto tiempo le tomaría, empieza a poner en limpio y en orden todas las cosas recibidas.


Hay dos cosas que debemos notar acá:

1. Nos muestra sin lugar a dudas de que con este capítulo comienza la tercera división del libro;

2. También nos hace ver que las cosas reveladas desde este punto no pueden tomar lugar hasta que termine el tiempo presente, o sea la iglesia.

Los capítulos 4 al 22 se refieren a lo que eran para Juan, y también será para nosotros, futuro.


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